Qué es una traducción jurada y en qué casos son necesarias

Hay una gran cantidad de circunstancias diferentes en las cuales tenemos relación con países extranjeros. En la actualidad, vivimos en un mundo muy globalizado y totalmente digitalizado, por lo que las comunicaciones entre personas que se encuentran en diversos puntos geográficos están a la orden del día.

Esto fomenta mucho el cambio de residencia por cuestiones personales o por negocios, la expansión de las marcas en el extranjero y los intercambios de todo tipo, desde académicos hasta vacacionales.

No obstante, cada país tiene sus normas y sus requerimientos, por lo que es muy natural que se nos solicite determinada documentación en multitud de circunstancias. El problema puede ser una cuestión idiomática, cuando nuestro país de origen no habla la misma lengua que el de destino.

Aquí es donde entra en juego la traducción jurada, una forma de cambiar de idioma con diferentes particularidades y que se emplea en numerosos contextos, ¡más de los que crees! En este artículo te explicamos al detalle en qué consiste y cuándo la puedes necesitar.

¿Qué es la traducción jurada?

La traducción jurada es aquella que tiene una validez legal y es de carácter oficial. Para que se considere como tal, debe estar efectuada por un profesional previamente acreditado por el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación. 

Esta debe atender a los requisitos legales para entrar en dicha categoría, los cuales especifican que debe ser totalmente fiel al texto de origen, completa e idéntica en todo lo posible. Se trata de un trabajo muy minucioso que solo los verdaderos expertos pueden llevar a cabo.

Una vez finalizado el cambio de idioma, será el propio traductor jurado el que certifique que se ha traducido en su totalidad y no ha quedado un solo fragmento por revisar. Esto lo acreditará mediante su firma y su sello, los que funcionan como una especie de homologación para otorgar esa validez legal.

La figura del traductor jurado

El traductor jurado es un experto capaz de cambiar un documento de idioma con gran exactitud, conociendo con precisión todos los matices de ambos lenguajes y asumiendo los requisitos para realizar el trámite cumpliendo con las exigencias legales.

Además, dicho profesional debe contar con conocimientos elevados en el ámbito jurídico y las terminologías burocráticas. Esto es algo que un traductor o intérprete corriente no tiene por qué dominar con soltura.

Tras adquirir el conocimiento necesario y hacer sus estudios superiores, el traductor debe pasar una serie de pruebas para considerarse oficialmente como un traductor jurado. Será entonces, cuando supere este proceso, cuando podrá recibir el título por parte del Ministerio de Asuntos Exteriores.

Entonces, ¿cómo encontrar un traductor jurado cuando se necesita? Muy sencillo. En la actualidad hay despachos jurídicos con especialidad en este ámbito como Geajuridicas que brindan este servicio y cuentan con estos profesionales certificados y totalmente acreditados.

Casos en los que se necesita una traducción jurada

Al conocer este formato de cambio de idioma puede parecer que son casos muy específicos los que precisan de una traducción jurada. Nada más lejos de la realidad. Lo cierto es que siempre que tengas que presentar un documento en un organismo oficial, este debe ser traducido con dicho sistema para que obtenga la validez necesaria. 

Esta circunstancia se dará comúnmente en el momento en el que tengas que realizar trámites con otro país, tanto a título personal como empresarial. De todas formas, para que te hagas una idea más clara, te exponemos uno por uno los casos en los que vas a precisar de una traducción jurada hecha por expertos.

Documentación Administrativa

La documentación administrativa es la que compete a todos los asuntos personales que se deben solucionar con los organismos o instituciones de un país. Por lo tanto, en esta categoría van a entrar los certificados de nacimiento, las cuentas bancarias, los documentos de identidad o los permisos de conducir, entre otros muchos. Al ser redactados en el país de origen, estos deben ser pasados con precisión a otro idioma cuando nos encontramos en el extranjero. Pueden ser verdaderamente indispensables si se pretende legalizar la situación en otro lugar, alquilar una vivienda o abrir una cuenta bancaria. También hay una buena parte de esta documentación que puede ser profesional en lugar de particular, por ejemplo, los contratos de trabajo.

Documentación Notarial

Hay muchas situaciones en las que resulta indispensable acudir a un notario para contar con la documentación pertinente y necesaria, es decir, hablamos de las escrituras de las viviendas o sociedades, los testamentos o los poderes, entre otras. Cuando una compañía comienza a expandir su negocio al ámbito internacional y pretende hacer tratos en otros países, es fundamental que todos estos documentos notariales se cambien de idioma de manera oficial.

Documentación Judicial

Estos casos vuelven a ser factibles desde la perfectiva tanto personal como empresarial, y es que en ambas circunstancias nos podemos ver ante un proceso judicial o una demanda. En dicho contexto deben ser traducidas las sentencias, los informes periciales, las resoluciones e incluso las denuncias. Son papeles verdaderamente importantes en los que cada palabra cuenta y que tienen una gran implicación, por este motivo, la traducción debe ser impoluta y exacta.

Documentación académica

Con la documentación académica nos referimos a esos casos en los que hay que pasar un expediente al extranjero, cuando se va a cursar estudios a otro país o realizar una beca. Incluso, cuando solicitamos un empleo en el extranjero y nos solicitan la titulación que avale el conocimiento. Un traductor jurado será el que otorgue oficialidad a los títulos universitarios, de secundaria, de máster y demás.