¿Cómo dar el salto a los comercios 2.0?
Es innegable que un negocio hoy no puede pretender ser exitoso si no tiene presencia y ventas en Internet. Sólo así se logran transgredir las fronteras habituales y expandirse más allá del marco nacional.
Sin embargo, hacer economía en Internet no es cosa de coser y cantar. La competencia siempre será fuerte y posicionar un negocio conlleva preparación, estudio, estrategias bien planificadas y mejor instrumentadas, y una constante voluntad de renovación y cambio que a algunos les es incómoda.
Un error frecuente es pensar que los negocios deben atrapar a los clientes de cualquier forma posible. Según expertos, hoy en día no se puede hablar de atrapar a los clientes sino de atraerlos. Ellos disponen de una oferta abundante y por tanto no se dejan atrapar por nada ni nadie.
Entonces la filosofía debe girar a que un negocio no debe vender, sino que debe hacer que los clientes le compren. Parece lo mismo pero no es así.
A grandes rasgos, esa es la ley de la atracción de la que algunos especialistas en comercio electrónico hablan hoy. Para trabajarla efectivamente recomiendan centrarse en tres conceptos o líneas fundamentales:
- Conocer al cliente y sus necesidades
- Generar contenidos atrayentes
- Desarrollar una marca fuerte
Conocer al cliente y sus necesidades resulta primordial, pues sólo así la empresa podrá innovar y brindar productos y servicios atrayentes que destaquen por encima de otros en el mercado.
De igual forma los contenidos que el negocio genere deben responder a los intereses de los clientes que pretende atraer. Lleva trabajo, pero si se personalizan los contenidos es más probable que las personas se identifiquen con los mismos y por ende con la empresa.
Una marca fuerte atraerá con mayor facilidad. No se puede pretender ser algo que esté por encima de las posibilidades reales, pero a base de autenticidad, profesionalidad y buen trabajo se consiguen excelentes resultados.
La ley de la atracción no garantiza el éxito por sí misma. Es sólo una guía para los negocios que pretendan triunfar y evidencia que más que nada, se precisa de mucho trabajo y seriedad.