Furgoneta como vehículo de empresa
¿Estás buscando un nuevo vehículo de empresa y no sabes por que tipo de modelo decantarte? Si la respuesta es sí, una furgoneta es sin duda una gran opción para tu negocio, seas autónomo o tengas una empresa.
Elegir una furgoneta como vehículo de empresa
En primer lugar, con este tipo de vehículo, contarás con mucho más espacio que si tienes un tradicional coche de empresa de tamaño normal. Sea cual sea tu trabajo, podrás llevar tu equipamiento o tus enseres personales allá a donde tengas que ir. Si eliges una furgoneta, tendrás los mismos servicios que con un coche de empresa, podrás hacer los mismos tipos de desplazamientos, pero además, podrás ir mucho más lejos si tienes que realizar algún viaje, utilizando simplemente tu furgoneta. Podrás llevar a más personas o más objetos, así como maletas o cualquier enser que necesites.
Adquirir una furgoneta es una gran opción para un autónomo puesto que podrás rotular tu nombre y los datos de tu empresa. Entonces, tu furgoneta será también un gran reclamo publicitario para tu negocio. Además, se puede desgravar incluso todo el vehículo, según para lo que se vaya a destinar. En conclusión, se trata de una opción más amplia, que ofrece las mismas prestaciones que un coche pero además va mucho más allá y es por ello que puede ser de gran ayuda como vehículo de empresa, sobre todo para los autónomos, aunque también para utilizarse en cualquier tipo de empresa en la que se necesite transportar material o cualquier objeto de tamaño considerable.
¿Comprar, alquilar o utilizar el leasing?
Una vez ya te has decidido por adquirir una furgoneta de empresa en lugar de un coche de empresa convencional, puesto que las ventajas anteriormente mencionadas te han convencido, deberás empezar a buscar la que más te interese, te convenga, te guste o se adapte a tu presupuesto y para ello debes valorar algunas opciones.
¿Quieres comprar una furgoneta nueva? ¿Prefieres adquirir una de segunda mano? ¿Quizá te va más el alquiler? ¿O crees que lo más interesante va a ser el «leasing»? Vamos a poner el ejemplo de, por ejemplo, una pequeña empresa de Málaga que piensa en adquirir una furgoneta. Qué pasos debería seguir.
Lo primero es revisar todas las opciones antes de tomar ninguna decisión, para poder acertar eligiendo lo que más se adapte a las necesidades de la empresa en cuestión. Dentro de estas opciones, también existen variaciones pues se puede comprar, rentar o incluso elegir un alquiler que tenga opción a compra.
Si elige comprar una furgoneta nueva o de segunda mano el activo de la empresa aumentará. Esto repercutirá de forma clara en la deuda de la empresa, aumentando lo que vale el préstamo. Asimismo, si se compra, también se puede siempre revender la furgoneta, asumiendo las diferentes variables del beneficio o de la pérdida, según suceda en cada ocasión. Esto deduce todo el IVA y en cuanto al Impuesto de Sociedades, si se elige la opción de compra se podrá amortizar la furgoneta de manera contable o acelerada.
Si se elige un alquiler de furgoneta, el endeudamiento de la empresa por adquisición de un bien se obvia, pero se estará estableciendo un contrato en el que se debe conocer que no se contará con opción a compra. La furgoneta nunca será del negocio pero sí habrá que pagar los costes de arrendamiento y de mantenimiento. Aquí se tendrá en cuenta el IVA que se ha generado del alquiler, y éste se irá deduciendo durante el período impositivo, pero sin derecho a amortizar la furgoneta.
Si la furgoneta solo se usa para momentos puntuales, la opción del alquiler es sin duda la más recomendable. Hay comparadores de ofertas de furgonetas de alquiler que nos dirán siempre el mejor precio en alquiler de furgonetas en Málaga.
En cuanto al leasing, si la elegimos como opción, estaremos arrendando el bien pero tendremos opción a compra cuando se termine el tiempo de arrendamiento. Aquí tu empresa no tiene que pagar ni el seguro ni las reparaciones que puedan ser necesarias durante el periodo de arrendamiento y al acabar éste podrá comprarlo o no, si no interesa. Si se elige esta opción sucede lo contrario con el IVA a lo que pasa con el arrendamiento. Se contempla la amortización, sea de forma acelerada o contable y también el IVA y los intereses. La deducción se hace de forma trimestral basándose en las diferentes cuotas que tendrán lugar en estos períodos de tres meses.